Angela Velasco García

"Morir, depués de haber sentido todo y no ser nada." Teresa Wilms Montt


Aforismos y axiomas

Aquellas ojeras nos recordaban que aún
la noche permanecía bajo los ojos.
La lluvia, danzando, musicalizaba esa madrugada,
mientras aguardábamos bajo techo
a que las pesadas gotas comenzaran a suavizar.

Mirarle, lo que más fácil me resultaba y lo más próximo al amor
Habernos perdido horas irrecuperables,
era la frustración apasionada que nos consumía en dos respiros.
 
Era, una inminente despedida.
Podía sentir como aquella efímera felicidad de tres días
Iba deslizándose al abismo de la distancia.
La respiraba aún, pero su aroma embriagante era lejano ahora,
y fugazmente se evaporaba.
 
Pronunciaba palabras, debo suponer que hermosas,
pero sólo podía notar la unión y desunión de esos labios,
con los que enmarcaba el designio de reencontrarnos en unos pocos soles,
en un par de lunas y una suma de horas sencillas de cuantificar.
 
Él, paulatinamente balbuceaba oraciones de adiós,
yo, inerte, con los brazos enlazados en su cuello,
inútil de pronunciar una palabra,
puesto que la tristeza había hecho un ballestrinque en mi tráquea.
 
Esa despedida duró lo que un taxi recorrer en cinco cuadras,
lo que un crepúsculo a orilla de la playa,
duró, los segundos comprimidos en tres minutos,
duró, la brevedad de un suspiro.